A la amazonía

 

EL POEMA DE LA SELVA

Eres la perla del planeta tierra, una joya del universo, poema dela vida, donde encuentras historias maravillosas y de fantasía. La selva, el paraíso creado por Dios, regalo que despliegas en tus fraguas la maravilla de la diversidad, eres misteriosa y peligrosa, al mismo tiempo bella y majestuosa. Encuentro pues en ti la palabra mágica olvidada en alguna parte de la historia, aquella utilizada por los sabios para descifrar la existencia de un Dios creador, pues en ti se desvela todas nuestras inquietudes, ¡Puede acaso de la nada surgir algo tan perfecto!, algo que te detenga a pensar de como los elementos se agruparon para articular una melodía deslumbrante, que permita tal existencia.

 

Selva nuestras raíces florecen en tus venas, irrigas de armonía a todo el que te contempla, emblema de nuestras culturas que encontraron en ti el elixir de la vida, diosa guerrera que libras batallas con los verdugos que te condenan. ¡Los humanos pues acaso intentan asfixiarte!, vistiéndote de rojo, rojo color sangre, condenándote a la inexistencia vacía y miserable.

 

Yo conozco tus virtudes, te encuentro fecunda, hermosa y simétrica, puedo escuchar en ti, el silencio absoluto de lo infinito, de lo intangible, de lo inexorable, un silencio que a la vez contrasta con el cantar de la vida, de las aves, de los animales. Que para ellos lo es todo y para nosotros no es nada. Encuentro en tus montañas en tus ríos, en tus valles, la dicha y el orgullo de sentirte implacable.

 

Si sientes con el corazón, en el sedero de las montañas, podrás sentir a la selva, estar enojada, pues has destruido su esencia, su armonía y su fragancia. También escucharas que la selva te habla y te pide por favor no mates, no me acabes, te daré todo sin cambio a nada. Pues el día en que este vacía y sin vida, podrás entrar en llanto y sentir que todo se ha terminado. Por eso les pido a ustedes estar al tanto a no permitir que la selva entre en llanto, pues es lo más valioso que tenemos como hermanos como ecuatorianos.

 

AUTOR: Johnson Calva